domingo, 12 de mayo de 2013

"Y si me amas ya no habrá más camas, ni dramas"

Qué extraño es todo esto, qué rara me siento. 
Me está abrazando mientras duerme, noto su respiración, duerme feliz, me abraza con fuerza, no quiere que me vaya, tiene su cabeza apoyada en mi brazo y noto su corazón en mi barriga, le veo feliz. Feliz porque cree que he sido solo suya durante un rato, que hemos estado solos, juntos, por un rato. Puede que sea cierto, yo estoy aquí, y él también, pero no he estado solo con él, mi corazón está en otra parte. Mi cuerpo sí ha estado aquí y le ha sentido, pero yo estoy en otro lugar, me veo yendo caminando por cualquier calle, de noche, pensando. No aquí. No podemos elegir a la persona a la que amar, pero tristemente sí podemos saber de quien nunca te vas a enamorar. Sé que él sabe que esto no es especial, que no me preocuparé en qué pensará si me voy ahora mismo, que me dará igual. Decido irme. Me doy la vuelta y le miro una vez más, no se ha despertado y la distancia hacia la puerta me parece más larga que nunca, ya no le siento respirar, pero sí le oigo, me voy a ir, antes de cerrar la puerta me parece oír un "¿no te vas a quedar conmigo?, desaparezco. 
Ya estoy fuera, y noto el frío, lo noto más que nunca, y estando ahí, caminando, empiezo a llorar en silencio. Me digo a mi misma una y otra vez, "te acostumbrarás", pero sé que no. 

"Porque no tiene sentido respirar el olor de otro cuerpo si por ese cuerpo amor no sientes"

No me acostumbraré a otro así de fácil, no quiero esto, echo de menos besar a alguien con amor, sintiéndolo todo al máximo, estar ahí y solo ahí, no quiero ser un triunfo, quiero ser la rutina preferida de alguien, yo no soy así. Yo creo en el amor, por muy inocente que parezca. Nací para darle todo mi amor a otras personas, a las que yo ame hasta la eternidad, le di todo mi amor a alguien y lo regaló por ahí, estoy perdida, ¿cómo voy a saber en quién confiar? Dame una señal por favor, ven.

 Yo te quiero para quererte. 

Quiero que sepas que tú y yo nos volveremos a encontrar, y será ahí cuando nos fundiremos en la perfección del momento, y ya está, después de sentir la perfección con la yema de los dedos, podremos no volver a vernos nunca más.





No hay comentarios:

Publicar un comentario