martes, 10 de diciembre de 2013

Tengo la ligera sospecha de que siempre serás mi talón de Aquiles, la tercera piedra con la que siempre tropiezo. Lo digo por la forma que tienes de parar el mundo y la cara de imbécil que se me queda cuando estás cerca.
"El pasado es pasado, ¿para qué ir a buscarlo? Lo que se acaba, se acaba y no hay más."

Pues no, aquí estoy yo, dándole por culo a todos esos ensayos de escritores amargados que hablan de cerrar puertas con llave, para abrir otras nuevas. ¿Y si tienes la llave, qué haces? ¿La tiras? ¿La metes en una caja y te olvidas? 

 La usas coño, la usas e intentas encontrar la jodida puerta que haga de Cenicienta.