viernes, 8 de enero de 2016

Remember

“Me gusta todo de él menos que no te inspire para escribir”

He vuelto, o al menos, quiero intentarlo. 

En este sitio, en este sin fin de páginas en blanco a las que he intentado enfrentarme, dejé inmortalizada una gran parte de mi vida, y gracias a todas esas palabras amargas, historias nocturnas o ilusiones pequeñas, estoy aquí, siendo un poco más yo cada día. 

Hace poco alguien me preguntó si conocía a Amine, y con una inevitable sonrisa en la cara le contesté: “un poco más cada día”.

Solo he podido escribir pequeñas frases en estos dos últimos años y una carta bastante triste. No quiero perderme y sentir que una parte fundamental de lo que represento se va para siempre. 


Supongo que estuve unida un tiempo a una persona que me hizo creer que todos los pájaros de mi cabeza podían salir porque eran reales, porque aunque las cosas que yo pensase fuesen mentira, lo que me hacían sentir era de verdad, y con la misma rapidez que me hizo creer con todas mis fuerzas en todos esos ideales que revoleteaban en mi cabeza y en mi corazón, me los quitó de un plumazo. 
Pero sí, llegó aquella persona que echaba de menos sin ni siquiera conocerla, y de alguna manera, me hizo volver a volar.. a pesar de ya no tener alas.

Supongo que el verdadero tacto es lograr que una persona vea la luz sin hacerle sentir el rayo, y eso es lo que hizo él. Enseñarme mil cosas de una manera indirecta que solo él sabe el secreto. 

Me ha enseñado la sinceridad en las pequeñas cosas, y a enfrentarme a las grandes. Enseñarle los dientes a mis miedos para después irme a pasar la noche sonriendo juntos. También me ha enseñado que si yo pensaba que conocía el dolor del amor, estaba bastante equivocada. Pero lo nuestro son las montañas rusas, o no nos podemos ni ver o no podemos estar un día sin vernos, somos de extremos, pero vaya vicio de viaje…

Y esto es lo importante, quedarte con todos los pequeñitos y grandes consejos, ratos, momentos increíbles, largas noches llorando, aquella cerveza de más que te hizo echar de menos, quedarte con las personas aunque éstas se vayan, guardar la importancia que tuvieron para ti en su momento, hay que conservar las cosas buenas y las cosas malas, aunque parezca esta frase muy acorde a un libro de autoayuda, es una verdad como un templo. La caída y la cicatriz en la rodilla es parte de ti, y hay que sobrevivir a eso, pero sobre todo, vivir. 

Vivir con todo lo que te hace no poder respirar de la risa y todo lo que te quita el aire de tanto llorar. 



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