Pide mesa para dos.
Dando sorbos al whisky con la mirada fija en la pared de enfrente, ambos sabéis lo que va a pasar esta noche, lo sentís con certeza en la sangre, pero también sois conscientes de que debéis tener paciencia y dejar que el alcohol cumpla con su misión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario